domingo, 12 de junio de 2011

Números



3000 personas. Tres mil.
5 kilómetros. Cinco.
99 años. Noventa y nueve.
15 sesiones. Quince.

Yo siempre he tenido una idea estúpida. Los números no existen. Los números nos mienten.
No tienes dos hijos. Tienes un hijo y otro hijo.
No tienes dos libros. Tienes un libro y otro libro.

Me cuesta trabajo saber cuánto es dos mil millones de euros. Me cuesta trabajo imaginármelo. ¿Cuántos billetes son? ¿Cuántas maletas llenas de billetes? ¿Cuántos bocadillos de tortilla de atún se podrían comprar con dos mil millones de euros?.
Por eso me gusta detenerme en lo que puede haber detrás de los números.

Han sido más de tres mil personas las que han participado en la a "Segunda Carrera de la mujer contra el Cáncer de Mama en Granada", un regalo que inició el año pasado un granadino en homenaje a su mujer cuando le diagnosticaron Cáncer de Mama. Un regalo para todas las mujeres. Un regalo que he podido compartir hoy. Se han apuntado 3.000 porque era el número de dorsales que había preparado la organización de la carrera. Pero han sido más de mil más los que han compartido este momento con nosotros sin poder llevar el dorsal oficial.

Han sido cinco kilómetros. Un motón de pasos. Un montón de gente dando un montón de pasos. Un esfuerzo colectivo empujando. Cinco kilómetros para pensar. Cinco kilómetros para ver fotos colgadas en las espaldas de algunas corredoras con una cara de una mujer joven y una frase conmovedora: "Va por tí". Una carrera dónde empiezas pensando en tí (¿podré aguantar hasta el final?¿para qué me habré metido en ésto?) y que acabas fácilmente con la sensación de que te han estado llevando en volandas. Que todo es más fácil cuando nos unimos en una misma idea.

Noventa y nueve años tenía la corredora de más edad. ¿Quién llegara a esa edad participando en una carrera? Y más cuando ella coge el micrófono y le da las gracias a los médicos que le diagnosticaron el cáncer cuando era joven y le pusieron uno de los primeros tratamientos que, hoy en día, siguen dando esperanza a todos y todas.

Quince sesiones. Eso dijo la mujer que cogió el micro al empezar la entrega de premios y se quitó la gorra que protegía los pocos pelos que quedaban en su cabeza. Quince sesiones de radioterapia y tres de quimioterapia. No sé. Quince sesiones que no le habían impedido correr la carrera. Quince sesiones que no le han impedido terminarla. Quince sesiones, como quince soles, que no le han quitado la sonrisa de la cara. Quince sesiones que le atan a la vida. Una vida de lucha. Una vida donde hay sitio para la sonrisa. Donde hay sitio para la felicidad.

3000 personas. Tres mil.
5 kilómetros. Cinco.
99 años. Noventa y nueve.
15 sesiones. Quince.


Foto cortesía del Doctor Jesús Florido, con el que comparto mucho.

3 comentarios:

Unknown dijo...

El nombre te hace honor. Eres un ÁNGEL. Convencidísima de que estás redimiendo la profesión médica, falta le hace. !Hay tanta distancia entre un medico y su paciente! que a veces asusta. Abrazos Maribel.

capitán garfio dijo...

dios me has puesto los pelos de punta, como escarpias...gracias

capitán garfio dijo...

no te molesta que lo ponga en feisbuk...verdad...??
si te molestara, sólo tienes que decirlo...
es la primera sensación que me dio.
un saludo

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