jueves, 15 de julio de 2010

Cuentos para el Verano: El Hombre De Pittsburg

Para este primer Cuento para el Verano, sigo recuperando Antiguallas.
Estamos en los alrededores del año 92. Empezábamos, en mi hospital, a atender los transplantes hepáticos. Un sacrificado cirujano estuvo varios meses en hospitales extranjeros aprendiendo las técnicas necesarias. Le escribimos una carta que pretendía acompañar su soledad en aquellos lejanos paises. Aquí la tienen.
El Hombre de Pittsburg
Últimas investigaciones realizadas por científicos de gran autoridad en el terreno de la Arqueología y de la Historia Comparada, han llegado a la conclusión de que Dios no creó el mundo, sino que lo que creó fue Pittsburg. Una bella ciudad en el continente americano donde le desbordó la creatividad.
En menos de 7 días creó todo lo que le vino a la cabeza y la guinda fue le hombre inteligente (el homus de Pittsburg), que nada más despertarse le dijo a Dios:
-Padre supremo, voy a crear una Universidad.


Y dicho y hecho: aulas, campus, laboratorios de investigación... La empresa fue ardua y dificultosa, pero nada se le resistía al empeño del hombre de Pittsburg.
Dios, cansado de su obra, fue al paraiso a dormir. A la vuelta se encontró la Universidad ya terminada y buscó al artífice de tan bella obra. Y lo encontró. Y la sorpresa fue grande.
Se hallaba cerca de un río pensativo con las lágrimas saltadas y tirando piedras al agua.
Dios lo vió tan triste que se apiadó de él.
-Padre Supremo, ya tengo la Universidad. Todo está acabado. Pero no tengo objeto de estudio. Necesito de tu ayuda inestimable.
Dios se alejó pensativo. Y compasivo y magnánimo tuvo un momento de inspiración y creó al marranillo y le se lo ofreció al solitario humano y le dijo:
-Hombre de Pittsburg, aquí tienes a tu compañero.



Convencido del resultado feliz de su última creación, Dios creyó conveniente dejar al hombre de Pittsburg sólo y se dedicó a explorar la totalidad de su obra. Día a día fue sorprendiéndose de la belleza de lo que iba encontrando, hasta que llegó en sus andares a una región dónde se quedó tan prendado que decidió quedarse.
Cerca de dos colinas entre las que pasaba un río, las vistas de una sierra cubierta de nieve, le invitó a duplicar su acto creativo y allí nació el nuevo hombre (homus serranus de Granada) y al que, para que no tuviera el mismo problema que su compañero, le dejó el marranillo al lado.
Dios es sabio y, por lo tanto, discreto y respetuoso, por lo que dejó sólo al nuevo hombre para que desarrollara, sin ningún tipo de limitación, las ideas que fuera generando.
Pasado un tiempo, Dios se acercó a Pittsburg a hacerle una visista al hombre inteligente creado por él. Su alegría fue inmensa y ese día se dedicaron a visitar todos los Departamentos de la Universidad y el hombre puso al día a Dios del descubrimiento más grande que jamás hubiese sospechado.
-Padre Supremo, he inventado el transplante.


Los cerdos estaban felices en sus jaulas termorragulables, la comida siempre dispuesta. Antes de realizar la experiencia, se les dormía para evitar el sufrimiento, y ya había lechoncillos nietos de los primeros supervivientes de los transplantes.
Tan sorprendido quedó Dios de tal obra que surgió en Él un gran interés por saber lo que estaría haciendo el hombre serrano de Granada. Y rápidamente viajó hasta las faldas de la Nevada Sierra para encontrarse con él.
Cuando llegó a las colinas del río vió al hombre descansando y preparado para comenzar un sencillo banquete. El olor era agradable y Dios se sentó con el hombre para iniciar una placentera conversación.
-Hijo mío, que has hecho durante este tiempo.
-Padre Supremo - le contestó el homus serranus de Granada - he inventado el Jamón - y una gran sonrisa llenó su cara.

Dios intentó que el hombre de Pittsburg transmitiera sus conocimientos al hombre serrano y puso en contacto a los dos y estuvieron juntos durante semanas y semanas. De esa unión salió un incunable que aún hoy se puede ojear en alguna casa escondida de la Alpujarra:

"El Manual del Marranillo"
o
"De la Matanza al Transplante, como quedarse con el Cante".

lunes, 12 de julio de 2010

Vacaciones


Cuando un médico trabaja en la medicina privada, todo el mundo supone que puede organizar sus vacaciones de tal forma que daría envidia hasta a un MaestroEscuela. Un anestesista, no.
Siempre nos cuesta irnos de vacaciones. Por eso, desde estos primeros día de Julio, intentamos organizar las vacaciones de los demás. Es decir, que más que tener vacaciones, las damos.
Y yo les voy a dar vacaciones.

Cuando tienes una Cartera de Cirujanos a los que atender, cada uno hijo de su padre y de su madre, es difícil coordinar sus vacaciones o coordinar tus vacaciones con todos ellos. Así que, llegado este momento tratas de convencerlos, a todos, de que han trabajado MuchoYBien y de que se han ganado unas MerecidasVacaciones, lo más amplias posibles.
Y entre medias, entre hueco y hueco, le da a uno tiempo de cogerse unos diítas, que buena falta me hace.
Sin embargo, en el blog es distinto. Uno puede organizar mejor a los lectores. Los puede organizar mejor y darles, también, unas merecidas vacaciones.
Supongo que estarán cansados. Ha sido mucha carga el aguantar mis desahogos anestésicos. Y yo les agradezco su paciencia.
Y yo también necesito reposo.
Necesito reposo para poder recobrar la inspiración con interesantísimos sucesos de la desconocida Historia de la Anestesia. Y, el descanso de ustedes me vendrá bien para que las acepten con ilusión renovada.
Necesito reposo para organizar el resto del año, que se abre con posibilidades de cambio.
Necesito reposo para aprobar un par de asignaturas pendientes en un máster de PadresParaAdolescentes.
Necesito reposo para sacar MatrículaDeHonor en otro máster no oficial de RelacionesDePareja, del que ponen exámenes inesperados y en el que siempre conviene llevar el temario bien aprendido.
Espero que las vacaciones les cundan. Se las tienen bien ganadas.
Quizá nos veamos en Octubre. De ustedes depende.
Les dejo un par de relatos programados para no perder el contacto.
Gracias por aguantarme en este mi primer año de BlogueroAmateur.

sábado, 10 de julio de 2010

Echando luz sobre la Factura en la Sombra. 3.0


-"No me salen las cuentas. Vaya rollo en el que me ha metido usted, señor Director"
-"¿Qué problema hay?"
-"El problema de Matrix. La unión entre el mundo real y el mundo virtual"
-"¡Qué cosas tiene usted!"
-"Y sin la oportunidad de elegir entre la pastilla roja y la azul"

-"Desde que vino el representante sindical a que se le explicara lo de la Factura en la Sombra y usted le dijo que yo me encargaría de hacerle un dossier, empezaron los problemas. Si usted se hubiera limitado a decir que se le hiciera un par de ejemplos... Pero el empeño en tratar de hacer un Libro de Caja con la armonización de los gastos e ingresos con las Facturas que se le entregan a los pacientes... Ahí está el problema."
-"No lo veo. ¿Cual es el problema?"
-"El problema está en que no cuadran los números. Sumando todas las facturas los ingresos sobrepasan los gastos."
-"¿Y por qué cree que ocurre ésto?"
-"La tabla de facturación es una tabla genérica que se hizo por consenso. Con un trabajo bien elaborado, sin duda, pero dónde se recogía una valoración de actos médicos sin una relación exacta con el mercado."
-"Y..."
-"Con los sueldos proporcionalmente más bajos que tienen los médicos y la enfermería en el sistema público, en relación con los tomados como patrón, que eran los gastos medios en hospitales de nuestro entorno, tendríamos unos ingresos bastante más elevados..."
-"Y..."
-"Que cuando los pongamos en conocimiento de los sindicatos, podrán sacar una serie de conclusiones entre las que destacarán que el estado reconoce sus bajos sueldos. Claro. Con esta facturación en la medicina privada, se haría un reparto de beneficios entre los trabajadores o habría que disminuir la factura"
-"Opto por lo segundo"
-"Entonces las Mutuas nos podrán reclamar que le disminuyamos los baremos. Ya sabe usted que nosotros nos encargamos de atender a pacientes que no pueden ser atendidos por ellos"
-"Pues parece que sí es un problema"
-"Y sin poder elegir entre la pastilla roja o azul"
-"Parece que nos vamos a comer un marrón...."

P.D.: ¿Puedo estar equivocado?. Seguramente. O no...

viernes, 9 de julio de 2010

Los bollos y los sacrificios


Érase que se era que un Jefe se Servicio recibía, día sí y día no, indicaciones del director del Hospital para aumentar la productividad de su Área.
Éste buen Jefe de Anestesia (comprendan que estamos en un cuento y puedo inventarme criaturas imposibles) tenía la suerte de estar rodeado de un fabuloso grupo de residentes ansiosos de aprender y de unos facultativos responsables y concienciados (perdonadme que aquí no acuda a la fantasía, porque se me ha agotado entera en la creación del primer personaje).
-Con dos adjuntos de guardia ya no podemos cubrir tanta urgencia y haría falta poner a tres cada día. Eso supondría hacer más guardias. Empezaremos a partir de mañana. ¿Alguna pega?
Y los miembros del servicio asentían
-Tendríamos que redistribuir las guardias de residente para que simpre hubiese un RGrande y un rchico. Empezaremos a partir de mañana. ¿Alguna pega?
Y los residentes del servicio asentían.
-Haría falta reorganizar los salientes de guardia para cubrir los huecos que se nos están quedando por el aurmento de trabajo que tenemos. Empezaremos a partir de mañana. ¿Alguna pega?
Y los residentes y los miembros del servicio asentían.
Los que saben de cuentos saben que a la fiera es peligroso alimentarla, así que el Director pedía cada vez más y más, y el Servicio respondía haciendo lo que podía.
Y todo tiene un límite.
¿Y quién le pone el cascabel al gato?

Es el momento de que se sienten y piensen en una cosa que les voy a decir: las matemáticas son mentira. Los números llevan a muchos errores. La suma y la resta tienen trampas oscuras camufladas en su interior.
Los médicos residentes eran los que más sufrían el exceso de trabajo. Algún que otro día tenían que suspender su rotatorio para cubrir algún que otro hueco. Y cada vez se les exigía más. Y ellos habían estado siempre a la altura. Pero todo tiene un límite. Y decidieron ser ellos los que le pusieran el cascabel al gato.
-AmadoJefe nos gustaría que invitara usted al SeñorDirector a uno de nuestros desayunos para poder encontrarle una solución razonable a nuestros problemas.
Háganse una idea. Una sala más bien pequeña, una mesa camilla, una gran fuente de bollos en medio, una jarra de leche y una gran cafetera humeante, además de un par de sofás donde se distribuyen el resto de los residentes. El Dire, el Jefe y el ResiValiente sentados en la mesa. Empieza la reunión.
-En primer lugar quiero darles las gracias por haberme invitado a este desayuno y así tener la oportunidad de agradecerles la colaboración que siempre he tenido de vosotros y que espero seguir teniendo. Si tengo que decir que estoy orgulloso de tener residentes en mi hospital, destaco por encima de todos a los resis de anestesia.
-Muchas gracias, SrDirector.
-Vayamos al grano, estamos aquí por la necesidad que tiene el hospital de que hagáis una guardia más de puerta y una guardia más en vuestro servicio. ¿No es eso? Es un pequeño sacrificio que supondría un gran impulso en la asistencia.
-¿Café con leche o sólo? - pregunta el residente.
-Con leche, gracias.
-¿Le apetece un bollo?
-Tienen buena pinta. Me comeré uno.
-Están buenísimos SrDiector, seguramente no podrá conformarse sólo con uno.
-Tienes razón -responde el SrDirector, mientras coge otro y se lo lleva a su boca.
-Hemos hablado largo y tendido del tema de las Guardias SrDiector y queríamos decirle que sabemos de la importancia que tiene para nuestra formación el poder aprovechar nuestro tiempo de residencia anestesiando a pacientes agudos en situaciones especiales. Cuando yo empecé la residencia hacía 4 guardias, ¿se acuerda?. Cuatro guardias de especialidad y una de puerta. ¿Le apetece otro bollo? Tome usted, ¡están riquísimos!
-Muchas gracias, sí que me acuerdo. Pero las necesidades han cambiado y estoy agradecido de su esfuerzo.
-Gracias a usted, SrDirector. Creo que el aumento de guardias ha mejorado mi formación. ¿Otro bollo? No se lo querrá perder, ¿verdad? Están exquisitos. Sería una pena que no se aprovecharan.
-Siempre me han gustado así los residentes. ¿Usted es de cuarto año, verdad? Voy a ver si puedo ir buscándole un hueco para el año que viene. Y hablando de huecos, creo que voy a llenar el último huequecito que me queda con el bollo que me ofrece.
-SrDirector, hemos estado hablando nuestros compañeros y yo y ha llegado el momento de decirle que no podemos aceptar su ofrecimiento.
-¿Cómo dice usted? ¿Que no pueden hacer dos guardias más? No le estoy pidiendo ningún sacrificio. Son sólo dos simples guardias.
-SrDirector le apetece a usted dos sencillos bollos más - le dice el residente cogiendo un bollo con cada mano -, son dos simples y sencillos bollos. No me dirá que no puede con dos sencillos bollitos de nada.
El SrDirector se ahorró tener que dar explicaciones de que ya se había comido 5 bollos anteriormente. Se dio cuenta de que había recibido una buena clase de Gestión. Muy docente. Muy instructiva. Una clase que explicaba que la distancia que existe entre dos y cuatro no es la misma que entre cinco y siete. No señor: las matemáticas son mentira. Los números llevan a muchos errores. La suma y la resta tienen trampas oscuras camufladas en su interior.
Que se lo preguntaran a Mike Powell que sabía que no era lo mismo pasar de 8,9 a 8,95 en el salto que pasar de 8,95 a 9, a los que nunca llegó. Nadie le recriminó entonces que era solamente un sencillo medio centímetro más.

jueves, 8 de julio de 2010

Puyolazo


Dícese del GOLAZO que se consigue con un remate de cabeza, a saque de corner, cuando se toma impulso desde el centro del campo.
Otros términos
Deportividad
Forma en que un alemán acepta la derrota ante un Gran Equipo
Alegría
Manera en que todo un pueblo acepta formar parte de un Gran Equipo

miércoles, 7 de julio de 2010

Soy Un Pesado


Más de uno lo pensará. Más de uno, yo mismo, ve que me repito. Más de uno abrirá la página y la cerrará sin meterse a fondo, viendo que vuelvo a sacar el mismo tema de siempre. Ustedes me van a perdonar. Pero creo que ya lo he dicho todo o casi todo sobre el mismo tema, sobre el mismo tema, sobre el mismo tema, sobre el mismo tema....
Y como quiero salirme de este surco rayado donde estoy metido, les voy a pedir un favor.

Más que un favor les voy a proponer un intercambio. Yo dejo de hablar de la Consulta de Anestesia y ustedes empiezan a hacerlo cuando tengan oportunidad. ¿A que es fácil?.
Yo voy a cumplir desde ahora mismo. Si tengo que hablar algo a partir de ahora, diré "Ya saben ustedes de que hablo...", o bien "No quiero repetirme otra vez....", o quizá "Les remito a páginas anteriores..."
Porque lo ideal sería que yo no tuviera que hablar del "tema" porque el "tema" no existiera (han visto que ya estoy cumpliendo con mi palabra...).
Así que ya saben, si tienen algún amigo influyente que me pueda dejar sin "tema" búsquenlo pronto e insistan todo lo que puedan. Si tienen algún amigo influyente saquen el "tema" como sin querer, aunque no venga a cuento. Si tiene algún amigo influyente, o si no lo es, también, compartan este peso conmigo.
Yo no lo voy a sacar más durante un tiempo.
Sólo voy a esforzarme por seguir con mi consulta abierta para intentar hacerlos. Porque el "tema", puedo esconderlo, pero aparece día tras día en la puerta de quirófano, insistente, pesado, muy pesado.
-"¿Tampoco a usted lo ha visto ningún anestesista hasta ahora?"

martes, 6 de julio de 2010

¿Cómo te va, Marta?


O quizás, ¿cómo te ha ido?.
Traté de contactar con alguien de la clínica de Barcelona donde programaste el parto, pero no conocía a nadie.
Espero que todo haya ocurrido como te mereces.

domingo, 4 de julio de 2010

Echando luz sobre la Factura en la Sombra. 2.0


-Sí, señor Director es muy fácil de entender.
-Soy todo oídos.
-Yo me operé hace 6 meses.
-Fue una prótesis de rodilla. Pierna izquierda.
-Sí señor. Hubiera dado lo mismo que fuera la derecha. Me dolían las dos igual. El traumatólogo me dijo que estaba peor la derecha. A mí me daba igual cual me operara.
-¿Está usted contento? ¿Cómo se encuentra?
-De la operación, muy bien. La pierna está perfecta. Me dolió un poco al principio, pero fíjese cómo la muevo.
-Es verdad. Cojea más de la pierna mala. Es normal.
-Pues eso es lo que quiero arreglar.
-No se preocupe. Todo tiene arreglo.
-Sí, pero la fecha prevista para mi operación será para dentro de dos años.
-Seguramente que usted se equivoca. En mi hospital, la lista de espera no es mayor de seis meses.
-Y tiene usted toda la razón. Lo que pasa es que el tiempo no empieza a contar desde hoy. Y usted lo sabe.

-Yo no lo sé, porque no es así. Está usted diciendo cosas de las que podría arrepentirse,
-Pues se lo voy a explicar. Quizá esté equivocado y me saque usted del error.
-No tengo ningún problema en corregirle tranquilamente.
-Mire usted hoy he visto al traumatólogo que me ha dicho que necesito cirugía. Me ha pedido una radiografía para confirmar la operación. La cita para la radiografía es para dentro de un mes. La revisión será, por tanto, un mes más tarde. Con suerte hemos adelantado 2 meses. Luego me verá el traumatólogo y tendré que pasar por la consulta del Reumatólogo, que me hará un tratamiento con infiltaciones y otras cosas, para disminuir el dolor. Lo han hecho con dos conocidos míos. Aparecen y desaparecen de la lista de espera. Dicen que les quitan el dolor.
-También tiene usted derecho.
-No lo dudo. Con este tratamiento estaré unos meses. Y luego vuelta a empezar. Iré al traumatólogo y me dirá que necesita otra radiografía. Dos meses más. Es lo que los pacientes llamamos el efecto lavadora. Entras en el centrifugado y hasta que no dejas de dar vueltas y más vueltas, no te cuelgan en alguna lista en la que empiece a correr el tiempo. Así me puedo llevar los dos años que le he adelantado. ¿Quiere apostarse algo conmigo?
-No es cuéstión de apuestas.
-Usted perdone. Tiene usted razón. Esto no es un juego. Pero entienda que para mí es lo mismo dos años, seis meses, que dos días. En este punto de dolor que estoy, preferiría que no pasara ni siquiera un minuto.
-Eso es lo que no puede ser.
-En eso es en lo que yo creo que el equivocado es usted.
-Parece que yo no sé nada de mi trabajo...
-No estoy diciendo eso. Pero yo quiero una alternativa.
-¿En qué consistiría?
-Tengo aquí la Factura en la Sombra de la anterior intervención. Mire el coste final en el recuadrito de abajo.
-Sé donde está. Yo intervine en la elaboración de la factura.
-Pues mire usted, todo consiste en que yo le ahorre a usted el dinero de la intervención.
-Estaría bien eso.
-Como ya sé cuanto cuesta la intervención, por lo cual estoy muy agradecido, he ido a otros hospitales a preguntar cuánto me cobrarían por operarame la otra pierna. Y mire usted lo que me he encontrado.
-Sáqueme de la ignorancia.
-Que cobrándome menos dinero, me operan éste mismo mes, que tengo derecho a habitación individual, que conozco el nombre del traumatólogo que me va a intervenir, incluso del anestesiólogo que trabaja junto con él, que por cierto me garantiza analgesia postoperatoria con catéter epidural, que tengo fisioterapeuta desde el tercer día de la intervención y que ya conozco a varios amigos que se han operado en el mismo hospital y con el mismo equipo y que están muy contentos. Un negocio redondo para usted.
-Querrá decir para usted.
-Bueno también. Pero usted sale ganando porque me quita de la lista de espera. Los gastos se van a reducir, ya le digo que me cobran menos. Reduzco también la factura de medicación analgésica hasta el momento de la operación. Reduzco las visitas a urgencias. Y si usted se anima, podemos operar a mi mujer de las dos rodillas, que lleva un año en lista de espera y se ahorra un pico.
El Director del Hospital se vuelve en su silla giratoria y mira por la ventana de su despacho mientras masculla: "Si ya dije yo que estoy de la Factura en la Sombra nada más que servía para traer problemas...."

viernes, 2 de julio de 2010

Kamasutra y Anestesia


Si yo los sentara a ustedes en un quirófano y les tapara los ojos escucharían frases como estás:
-"No la has metido bien. Déjame que yo te la coloque. Así..., así..., así está mejor"
-"Ahora parece que está estupenda, sujétala bien, mejor por la punta, acércala despacito y quémamela enterita"
Y es que la cirugía tiene momentos muy ardientes.
La anestesia quizá sea más aburrida, somos más de estética, de posturas.
-"Que bien estás ahora. No te muevas para nada que termino enseguida. No te voy a hacer daño."
No veo como seguir. Quería hacer una entrada seria y llamativa sobre las posiciones en anestesia y me he metido en un buen lío. Quizá solo sirva para aumentar el número de visitas. 
Creo que lo dejaré para otro día.
El sexo se está metiendo en todas partes.
Espero no haberles molestado. Les debo una.
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