Cuando opté por ser médico anestesista (anestesiólogo) sabía que el desarrollo de la especialidad era duro. En mis comienzos era difícil hasta acceder a libros y revistas de la especialidad porque todo o casi todo estaba por hacer. Lo que no sabía era que los anestesiólogos teníamos superpoderes. Ustedes no se lo creeran pero podemos ser invisibles.Cuando una intervención compleja sale bien (casi siempre) verás en la foto que sale en la prensa al cirujano, al intensivista, al equipo de internistas que estudiaron al paciente, al director del hospital, al consejero o consejera de salud de la comunidad autónoma responsable y aunque ustedes crean que a nosotros no nos llamaron para la foto, no es verdad, estamos ... fíjese bien ... en la esquina ... delante de esa sombra que no pertenece a nadie ... ese es el anestesista ... ES INVISIBLE.
1 comentario:
Que razón llevas, aunque a veces ser invisible tiene sus ventajas, creo que en la lista de superpoderes deseados está por delante de volar...se me olvidaba..también volamos. Un saludo.
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