domingo, 20 de febrero de 2011

En su hospital ¿ponen catéteres o ponen epidurales?


No es lo mismo poner un catéter que poner una epidural, como no es los mismo tener teléfono que tener línea. No es lo mismo tener una cuenta en el banco que tener dinero. No es lo mismo estar casado que tener marido (o esposa). No es lo mismo tener coche que viajar. No es lo mismo tener un jamón, que comerlo.
Poner un catéter es muy fácil. Cualquiera podría hacerlo. Poner una epidural es distinto.
¿Cuál es la diferencia? Vamos a entrar en faena. ¿Para qué sirve una epidural en un parto, por ejemplo? Para quitar las molestias ¿verdad?. Pues si se pone un catéter y no se quitan los dolores, es verdad que se está poniendo un catéter, pero no que se haya puesto una epidural.
Debemos entender que hay epidurales que fallan ¿cuál es el porcentaje adecuado? ¿En su hospital hay alguien que se preocupe de eso? ¿Sabe usted cuántas epidurales fallan en su hospital?
¿A qué se le llama fallo?
Una epidural falla cuando no cumple su objetivo. Una epidural falla completamente cuando no quita ninguna molestia. También falla la epidural cuando quita parte del dolor.
Cuando sólo se bloquea una parte del cuerpo pueden existir soluciones. Hay veces que se pueden administrar dosis complementarias por el mismo catéter y se puede arreglar la extensión insuficiente del bloqueo. Hay otras veces que hay que retirar un poco el catéter para que se reubique en su sitio. Otras veces no queda más remedio que colocar un segundo catéter.
Pero para que todo esto suceda, es necesario que la estructura del hospital o las ganas del personal incluyan que una vez puesto el catéter, se haga un seguimiento del resultado. Es algo que sirve para distinguir, también, los hospitales dónde se ponen epidurales de los que sólo se ponen catéteres.
Si el médico anestesista se responsabiliza del seguimiento, si está a mano para poder resolver en todo momento cada uno de los problemas, si la matrona que asiste a la parturienta colabora, muchos catéteres que están en su sitio, pero que no están consiguiendo el efecto deseado, podría aliviar muchos dolores de muchas parturientas.
Una vez que se pone el catéter hay que conseguir que sirva para algo, hay que conseguir que se convierta en una auténtica epidural.
Y si un catéter no consigue de ninguna forma resolver el problema, se le propone a la paciente colocarle otro.
Es lo que suelen hacer los médicos. Existen rescates de prótesis, existen reintervenciones, existen muchas ocasiones en que se reconocen los errores y se le da solución al paciente. Es lo que suelen hacer los médicos.
Los anestesistas somos médicos. O por lo menos, eso creo.
Me da mucha rabia que se hable mal de la epidural. Que haya muchas pacientes que digan que no les hizo efecto. Y que después digan que una vez que le pusieron el catéter no supo más del anestesista. O que la matrona le insistió en que aguantara.
¿Qué medidas se pueden poner para mejorar la atención del paciente?
En la medicina privada debería de haber un encargado de preguntar a las pacientes sobre la eficacia del catéter epidural y sólo abonar los honorarios si se hubiera conseguido la satisfacción completa de la paciente.
Y aquí radicaría el interés por la respuesta de la pregunta que antes se quedó flotando en el aire.
¿Cuál es el porcentaje de fallos aceptable? Pues el que no llegue a este nivel, que no cobre.

3 comentarios:

Francisco Villegas dijo...

La idea es buena pero su realización, queriendo ser justos, es difícil y puede tener consecuencias no tan positivas. Brevemente.
El fallo debería ser claramente atribuible al anestiesiólogo (es posible que aquí diga cosas inexactas): poco cuidado en el manejo, movimientos del paciente, deformidad en la columna, artrosis, catéteres previos. En mi opinión, se deben exigir procesos bien realizados, seguimientos bien realizados y puesta en marcha de medidas cuando la epidural falla. Me parece más importante penalizar la falta de supervisión que el fallo en el resultado.
Consecuencia peligrosa: si al sobrepasar un porcentaje de fallos, no voy a cobrar, solo hago ciertas técnicas cuando las pacientes sean "peritas en dulce".

javierpadillab dijo...

el pago por resultados únicos no suele beneficiar ni al médico ni al paciente ni al sistema sanitario (público o privado); en todo caso, la aplicación de los resultados como variable decisiva en la remuneración de los pagos se debería realizar en cómputos globales (cosa complicada en el caso de la privada donde los pagadores pueden ser individuales, habiendo una menor agrupación del pago)...

tal vez una variable intermedia entre resultados y seguimiento correcto del proceso (una suma de trama y de desenlace) sería más idónea, no?

Anónimo dijo...

A mí tb. me da pena cuando oigo hablar mal de la epidural, de que no ha funcionado etc.
He sido madre dos veces, con epidural, primero pinchazo, sensación rara y colocación del catéter... Estupendos anestesistas las dos veces. En la primera, sentí una ligera molestia en el lado izq. la potencié y me tumbé de ese lado como me indicó la matrona en un minuto ya no tenía ningún dolor.
En ambos casos, el primero por inducción fallida y el segundo por riesgo fetal, fue cesárea. Nada, potenciaron la epidural y estupendo.
En el primero, se pasaron a los dos días con un cuestionario sobre la epidural hace cuatro años y medio. En el segundo, hace nueve meses ya no. El hospital en cuestión es La Paz.
Mi experiencia con la anestesia y los anestesistas es un diez.

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