Con Mayúsculas. Madridistas y Culés, ambos con Mayúsculas. Sevillistas y Béticos, ambos con Mayúsculas.
En España hay mucha gente a la que le gusta el fútbol. Algunos lo reconocen y otros no ("Yo sólo veo los documentales de la 2"). En España hay mucha gente a la que le gusta hablar de fútbol ("Cuando llegue a la oficina el lunes, ya verás lo que le voy a soltar al Guardiolo"). En España hay mucha gente que disfruta con el fútbol.
De chico nos preguntaban si queríamos más a Mamá o a Papá. De mayores si éramos del Madrid o del Barça.
Siempre en la disyuntiva.
Y el tema da mucho juego. Y hasta es divertido.
Y en algunas épocas podíamos decir que a Mamá. Y en otras que a Papá.
Con el fútbol ya es distinto. No se puede ser del Madrid lunes, martes y miércoles y del Barça los jueves y los viernes. No se puede ser Vikingo en primavera y verano y Culé en otoño e invierno. No tiene defensa. O sientes los colores o no los sientes.
Con el fútbol ya es distinto. No se puede ser del Madrid lunes, martes y miércoles y del Barça los jueves y los viernes. No se puede ser Vikingo en primavera y verano y Culé en otoño e invierno. No tiene defensa. O sientes los colores o no los sientes.
También es posible la Conversión. Es dura. Desgarradora, a veces. Pero hasta puede entenderse.
Y me gusta ver y escuchar a merengues y blaugranas discutir, polemizar, acalorarse. Dos buenos seguidores, delante de un café, enzarzándose en una buena discusión un lunes por la mañana, puede ser antológico.
Cuando volvía a casa de pequeño, mi madre tenía la radio puesta escuchando al Tío y al Sobrino. Uno de los programas que más risas provocaban en los tiempos en que para decirnos algo, nos mirábamos a la cara, en los que no estábamos permanentemente conectados, ni atareados; cuando el día duraba tanto. Béticos contra Sevillistas. Sevillistas contra Béticos. Y entre risas y risas, lecciones de educación, de cariño, de ciudadanía, de respeto.
Ayer le tiraron piedras a una caravana del PSOE en Madrid. No lo entiendo. Nunca he entendido la violencia.
Hoy he leído que la portavoz adjunta del PSOE en la Asamblea de Madrid hace unas declaraciones intolerables, salidas de madre.
Me da la impresión de que ya no te preguntan si eres del Madrid o del Barça. Irremediablemente tienes que ser de los UltraSur o de los BoixosNois. Y creo que somos más a los que nos gusta el fútbol. Somos más los que somos seguidores, y no forofos. Somos más, pero se nos escucha menos.
Pero yo no quiero callarme. Hay muy buena gente en el Barça. Hay muy buena gente en el Madrid. Me caen bien los Béticos. Tengo amigos Sevillistas.
Si a alguien no le gusta el fútbol, que lo deje. Pero que no enfangue.
Y me gusta ver y escuchar a merengues y blaugranas discutir, polemizar, acalorarse. Dos buenos seguidores, delante de un café, enzarzándose en una buena discusión un lunes por la mañana, puede ser antológico.
Cuando volvía a casa de pequeño, mi madre tenía la radio puesta escuchando al Tío y al Sobrino. Uno de los programas que más risas provocaban en los tiempos en que para decirnos algo, nos mirábamos a la cara, en los que no estábamos permanentemente conectados, ni atareados; cuando el día duraba tanto. Béticos contra Sevillistas. Sevillistas contra Béticos. Y entre risas y risas, lecciones de educación, de cariño, de ciudadanía, de respeto.
Ayer le tiraron piedras a una caravana del PSOE en Madrid. No lo entiendo. Nunca he entendido la violencia.
Hoy he leído que la portavoz adjunta del PSOE en la Asamblea de Madrid hace unas declaraciones intolerables, salidas de madre.
Me da la impresión de que ya no te preguntan si eres del Madrid o del Barça. Irremediablemente tienes que ser de los UltraSur o de los BoixosNois. Y creo que somos más a los que nos gusta el fútbol. Somos más los que somos seguidores, y no forofos. Somos más, pero se nos escucha menos.
Pero yo no quiero callarme. Hay muy buena gente en el Barça. Hay muy buena gente en el Madrid. Me caen bien los Béticos. Tengo amigos Sevillistas.
Si a alguien no le gusta el fútbol, que lo deje. Pero que no enfangue.
4 comentarios:
Miguel Angel, lo que escribes no tiene desperdicio, y mira que a mí, el futbol... pero veo que hay otro fondo en esta historia y qué razón llevas en ese silencio, en todo lo que no dices. Gracias por ser tan irónico y tan filósofo.
La buena gente, que aún abunda. Besos.
P.D.
Se te hacía de menos.
Te echábamos de menos: los que hablamos bajito y de cosas normales como el fútbol, los que no dormimos con las injusticias que nos cuentan los vecinos, los que amamos poder acostarnos cada noche junto a las personas que nos aman... los que nos parecemos o queremos parecernos un poquito a tí, aunque nunca te lo hayamos dicho.
Maribel: un beso.
Compi1: gracias.
Es una locura ver que parece que todos son forofos.
Estoy contigo Mianestesista, tenemos derecho a decir a los cuatro vientos que no estamos de acuerdo con algo, siempre con respeto y dando nuestras razones.Los amantes del fúrgol, que es un deporte o lo era,creo, vemos muchas cosas que se salen de madre, algunas veces sin quererlo apoyamos a gente que incita a la violencia, pues los fanáticos creen que vale todo, y no es así...
Debemos defender los colores, pero razonando lo que decimos, respetando al adversario como a ti mismo...
Yo he sido amante del deporte desde pequeño, pero hay veces que se me quitan las ganas, y es cuando pasa de ser deporte a una rivalidad con derecho a pisar al oponente...
un abrazo...
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