No hay nada mejor que preguntárselo. Y después, escucharlos. Y, siempre, tratar de entenderlos.
Para mi Tesis Doctoral sobre el Tratamiento del Dolor Postoperatorio en Niños, le pedí a mis pequeños pacientes que me hicieran un dibujo sobre su intervención.
¿Caras tapadas?
¿Será posible que algún día seamos caras amables? El niño nos pinta al sol como modelo. Alguien que vela por él desde lo alto. Algo de calor y luz que entra en quirófano. Un sitio cerrado. Muros. Tejados. Pero con algo de esperanza.
Yo no recuerdo que con seis años me diera cuenta de tantas cosas ¿o sí?.
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