miércoles, 17 de marzo de 2010

Herramientas: El Gancho Piñatero


Hay una definición de Filósofo que me encanta. Dice que el filósofo es una persona ciega, con la cabeza tapada, que entra en una habitación sin luz, buscando una caja negra que no existe. Y un médico anestesista al que le guste dar anestesias empleando las técnicas de bloqueo de nervios periféricos se convierte en un Filósofo de la Piñata.


Y es que los nervios se esconden. Se esconden como los caramelos en la piñata. Y son difíciles de pillar.
Imagínense una piñata con un cascabel enganchado. Cuando se mueva la piñata se oirá la campanita sonando. Eso nos puede ayudar a localizarla. Pero no todas las piñatas tienen cascabel, no todas suenan.
Siguiendo con el símil, los nervios que "sonarían" serían los que llevaran fibras motoras y sensitivas entrelazadas. Las fibras motoras serían los cascabeles y cuando estimuláramos el nervio, moveríamos un grupo muscular, que nos avisaría de que estamos suficientemente cerca del nervio como para que, si ponemos el anestésico cerca, bloqueara todas las sensaciones que van por las raices sensitivas, como por ejemplo el dolor y consiguiera dormir todo el territorio que dependiera de él.
Localizar los nervios fue bastante difícil durante mucho tiempo. Pero ahí vino el Filósofo Piñatero para poner remedio. Inventó su gancho.
El gancho consistía en un palo con un globo al final. Cuando entraba en la habitación a oscuras, inflaba el globo y dirigía la punta del garrote a la zona del techo dónde pensaba que estaba la Piñata. Si sonaba la campanita, desinflaba un poco el globo y continuaba la búsqueda con el globo más pequeñito. Así, tenía calculado, que cuando el globo estaba suficientemente pequeño y la campanita sonaba, estaba lo suficientemente cerca, como para no equivocarse con el garrotazo.
Y así ganó muchos premios en las Piñatas. Y vendió muchos garrotes. Y todos aplicábamos el invento en las Piñatas que nos organizaban nuestros traumatólogos.

El aparatito en cuestión se llama Estimulador de Nervios Periféricos y lo que hace es graduarnos la Intensidad de corriente que aplicamos en la punta de la aguja. A más intensidad en miliAmperios, más zona estimula la aguja desde la punta. De esta forma, si hay algún nervio motor cerca, se estimula y vemos la contracción del grupo muscular de la que depende. Lo único que tenemos que hacer es disminuir la intensidad de corriente y limitar el campo de estímulo. Si sigue habiendo contracción con una intensidad baja, ésto nos garantiza que si vemos contracciones musculares, es que estamos suficientemente cerca del nervio elegido.
No siempre funciona. Ya he dicho antes que no todas las piñatas tienen cascabel, es decir, no todos los nervios tienen fibras motoras. Y quizá los que los tienen pueden tenerlos escondidos. Y, de todas formas, cuando sabes que estás cerca, tienes que dar más de un golpe para acertar adecuadamente. En nuestro caso, tenemos que poner mucha medicación, para tener la seguridad de que, parte de ella, afectará al nervio. Y, otras veces, algún garrotazo pegará en cabeza ajena, dejando la piñata totalmente íntegra. Lo que, en nuestro caso, querrá decir que la medicación puede llegar a donde no queremos o la punta de la aguja trastee lo que no debe, o simplemente que ni por asomo se acerque al nervio y que, al no dormirse, le duela la operación.
Por eso, desde que en Valencia me han dicho (es un decir, ya lo sabía de antes, pero no lo había visto tan claramente), que hay unas gafitas para poder ver en la oscuridad, me he empeñado en tener unas. Quiero cambiar mi Garrote Piñatero por unas GafasQueVeanEnLaObscuridad. No son para mí, que son para usted.
Pero que el Hospital las compre no depende de mí. A los médicos no le hacen caso y a los médicos anestesístas menos todavía. Por eso, si usted tiene la oportunidad, pida que en su hospital, en su compañía, en el quirófano que le van a atender, pongan lo antes posible ese AparatitoQueTodoLoVe, que descubre los nervios, que los saca a la superficie y que permite que, con mucha menos medicación, con menos pinchazos, con menos problemas, puedan operarla sus cirujanos si se puede hacer un bloqueo de nervio periférico (sobre todo para piernas y brazos, aunque también para otros sitios del cuerpo).

No es para jugar, es para cuidar de usted. Por eso, no deje que jueguen con su salud.

3 comentarios:

jane dijo...

Muy buena la definición del filósofo. Había visto algo así de la metafísica como arte de patalear en el vacío, pero no conocía esta que pones. Y si hay que firmar en algún sitio para pedir que pongan ese invento en los quirófanos, se firma. La salud es lo primero.

Ana Glez Duque dijo...

Madre de Dios, cada vez que leo un post tuyo me veo a Jane tan cómodamente sentada antes (La tienes encandilada).
Yo no me puedo quejar: tnemos unas gafasquetodoloven y estamos en engociaciones para tener dos, lo cual es un logro enorme a pesar de tener 17 quirófanos funcionando.

MiAnestesista dijo...

Jane: Esa definición me la dió un paciente profesor de filosofía porque yo le dí la de mi hija: Filosofía es decir con palabras que nadie entiende cosas que todo el mundo sabe. Tampoco es mala.
DraJomeini: ChichaRevincha. Jane tiene la puerta abierta y una asiento en mi MesaCamilla. Nos vemos de vez en cuando. ¿Envidia?. Tú la disfrutas más...

Me han dicho en mi hospital que querían devolver un ecógrafo y a lo mejor me lo prestan... Este sábado voy a poner un catéter infraclavicular que puse hace una semana con neuroestimulador.

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