lunes, 15 de marzo de 2010

Tengo frío ¿me servirá la escalera analgésica de la OMS?


Si yo le dijera que tengo una sensación desagradable que me afecta emocionalmente que está en relación con una pérdida de mi bienestar y que me está provocando incluso daño o que creo que lo tengo, podrían pensar que sufro un dolor intenso. Algún listillo, incluso diría que estoy copiando la definición de dolor de la IASP. Pero se equivocan, ahora mismito, lo que tengo es frío. Y es que soy bastante friolero. Mi cuerpo de Cádiz no se ha llegado a acostumbrar a estas temperaturas de Granada. ¿Y cómo me quito el frío?. Lo he intentado todo y lo que mejor me va es la escalera analgésica de la OMS.

¿A que no se le ocurriría a usted ponerse una sola prenda para quitarse el frío?.
Se levanta por la mañana de la cama, mira por la ventana, ve la nieve alrededor y se imagina el frío que va a hacer ese día. Se va para el ropero. Se desnuda completamente y elige el abrigo de pieles.
En cuanto pisara descalzo la nieve y se le empezara a subir el frío entre los muslos desnudos, se daría cuenta que no ha realizado una elección adecuada.
Vamos a ver. Hemos mirado por la ventana. Hay nieve, es decir, hay mucho frío ahí afuera. Vamos otra vez al armario.
Empezamos. Unos calcetines, una ropita interior bonita y calentita y una camisetita.
Por ahora vamos bien. Estamos notando que el calorcito se nos va pegando al cuerpo.
Seguimos. Una camisa de franela. Un jersey de lana y unos pantalones de pana.
Así ya me atrevería a salir a la calle. Con un poco de suerte llegaría a la panadería para prepararme las tostadas del desayuno. Pero si tengo que ir al trabajo, tengo que ir más abrigado.
Después del desayuno, me pongo el abrigo.
Ya si puedo salir a la calle.
Que gusto sentir el frío en la cara y que no se te meta por la espalda. Que abrigadito voy.
Pero hoy me toca acompañar a unos amigos por el paseo del Darro. El sitio más frío de Granada.
Vuelvo al armario. Aquí están los guantes. Una bufanda. Un sombrerito.
Y ahora, que nieve otra vez si hace falta.
¿Y qué tiene que ver el frío y el dolor?. Pues que todavía hay médicos que cuando a un paciente no le va bien una medicación para quitar un dolor, lo desnudan entero, le quitan lo que estaba tomando y confían en otro medicamento más fuerte. Van de un medicamento a otro. Quizá es un exceso de confianza en que un sólo medicamento puede quitar el dolor, una sóla prenda para quitar el frío. Y sabemos que juntando prendas, sumando piezas de ropa, podemos quitar mejor el frío que con una sola.
Pues eso, la escalera analgésica.
Cada escalón una temperatura.
Que hay poco frío: calcetines, ropita interior confortable (no opiodes +/- coadyuvantes).
Una migita más de frío: pantalones de pana, jersey de lana gordo (opiodes débiles más escalón anterior).
Ojú que frío hace: abrigo de piel, chaquetón de cuero gordito (opiodes fuertes más escalón anterior).
Parece que llueve además, y el viento, y el barro que no se quita: Escogemos una bufanda. Un paraguas. Unas botas hasta la rodilla (infiltración de puntos gatillo, catéter epidural... y escalón anterior). Para cada problema una solución.
Y ya estoy más calentito.

3 comentarios:

MI QUERIDO HOSPITAL INFANTA SOFÍA dijo...

Sigo pensando en Aitana....
Su poema doctor ...extraordinario.
MiAnestesista:
15 de Marzo de 2010 - 8:24
El Garfio pone la música. No se olviden de la letra:

He vistos unos bellos ojos
que cuando se abren
la luz desgrana.

He vistos unos bellos ojos
que se han posado
sobre una cara.

He visto unos bellos ojos
que cuando se abren,
cual la mañana,

Todo se hace hermoso,
todo relumbra,
todo se aclara.

Y es que la luz renace,
cuando despierta,
la Linda Aitana.

He visto una sonrisa,
que va volando,
de rama en rama.

He viso una sonrisa,
que va perdida,
y alguien la llama.

He visto una sonrisa,
que va buscando,
tu linda cara.

Quiero que esa sonrisa,
se una a esos ojos,
a esa mirada.

Y es que con la sonrisa,
con esos ojos,
con esa cara,
todos querrán mirarte,
cuando despiertes,
mi Linda Aitana.
Un abrazo entrañable "Calidad Asistencial"
http://medicablogs.diariomedico.com/calidadasistencial/

Ana Glez Duque dijo...

Perfecta comparación. Y precioso poema (como no podías ser menos)

Dr. Maño. dijo...

Me estas enseñando mucho, creo que debería pagar matrícula por pasarme a verte.
Muchas gracias... por cierto, me ha servido de recordatorio, esto del dolor lo llevaba más o menos bien pues he realizado algún curso de actualización... convencido de que tratamos el dolor fatal.
A mi me gusta la definición de uno de los profesores, oncólogo para más señas, del último curso: dolor es aquello que el paciente dice que le duele.
Pues eso.

Directorio de blogs en España

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails