viernes, 20 de noviembre de 2009

La epidural no existe (o, El Problema de la paella)


Estarán ustedes de acuerdo conmigo en que la paella no existe, que la paella hay que hacerla. Y en que no hay dos paellas iguales. Y en que hasta que no está hecha no sabemos el sabor que tiene. Y en que según cómo la hagamos y qué ingredientes utilicemos tendremos platos completamente distintos. 

Llega a un restaurante la mamá, el papá y los dos niños. El Chef se acerca. Un niño botando una pelota de fútbol, el otro con la Plei.
-¿Qué desean?
-Paella
-¿Cómo la quieren, la tenemos con...
-Le he dicho paella. Paella. No sabe lo qué es una paella.....???
-Señora, la paella no existe.


Y es verdad que hay muchos tipos de paella, a cada cual más distinta.
Y de epidurales. No todas son iguales.

El primer error que existe es confundir colocar un catéter y poner una epidural.
Una embarazada en paritorio, sufriendo, dolor en cada contracción (Parto Mejicano). Le han puesto un catéter.
Una embarazada en paritorio. Sin Dolores. Empujando y colaborando en el parto. Le han puesto una epidural.
Para hablar de analgesia/anestesia epidural tiene que haber una catéter (primera condición) que funcione (segunda condición). Para lo bueno y para lo malo. ¿Cuántas veces habré tenido a un paciente en planta con dosis bajas de perfusión contínua, que no se administra ningún bolo y que cualquier incidente que le ocurre al paciente le echan la culpa a la epidural? Vomita, por culpa de la epidural. Estreñida, por culpa de la epidural. Todo por culpa de la epidural. Y si no le está pasando medicación ..., tiene catéter, pero no tiene epidural. 
Y el problema de echarle la culpa de todo a la epidural es que le estás sustrayendo a la paciente la posibilidad de encontrar, y tratar, la causa de su alteración. Hay que animar a los internistas, cirujanos, enfermeras... a que le echen la culpa a la epidural después de descartar el resto de las posibles causas.
Una vez que sabemos distinguir una epidural de lo que no lo es, vamos a repasar cuantos tipos hay.

El menú.

Si hablamos de la intensidad del efecto vemos que hay la epidural analgésica y la epidural anestésica. 
La analgesia epidural pretende quitar el dolor, es la que utilizamos en el parto. Se consigue diluyendo la medicación para que solo se duerman las fibras nerviosas más delgadas, que son las que llevan el dolor.
La anestesia epidural pretende bloquar todo tipo de sensaciones, es la que empleamos, por ejemplo para la cesárea. Queremos, además de quitar el dolor, que la musculatura esté relajada para que se facilite la extracción del niño, que la paciente no mueva la zona por donde pasea el bisturí el cirujano, y que la paciente no note el trasteo de sus manos. Se consigue con concentraciones más altas de medicación y se bloquean, de esta forma, todas las raíces nerviosas.

Si hablamos de la zona que se quiere domir, tenemos la epidural lumbar baja para cirugía de miembros inferiores, epidural lumbar alta para cirugía abdominal y de cadera y la epidural torácica, para cirugía de la parte superior del abdomen y cirugía de tórax.  Hay artistas que hacen epidurales cervicales y se han hecho cirugía de tiroides y carótidas con ella, pero yo no he visto la indicación nunca para hacerlas.

Si hablamos de lateralización se puede intentar hacer anestesias que se limiten a una mitad de nuestro cuerpo, o globales. Más bien se indica para analgesia postoperatoria y se puede intentar colocar el catéter dirigido a la zona que quiere bloquearse. Si no se intenta nunca se consigue y mi experiencia es que puede el catéter puede lateralizarse con más frecuencia de lo que podría creerse.
Dependiendo de lo lineal o zigzagueante del efecto que queremos conseguir podríamos hablar de epidural con piloto automático o epidural de vuelo sin motor (epidural ajustada). La cirugía de ligamento cruzado sería de piloto automático, la del parto ("cada parto es distinto"), sería de vuelo sin motor.

Si queremos que la epidural funcione permanentemente hablaríamos de epidural contínua (postoperatorio inmediato de intervenciones molestas y quizá 72 primeras horas de operaciones dolorosas) o de epidural intermitente (para sesiones de fisioterapia en intervenciones de miembros inferiores).

La epidural, por tanto no es un plato cuyos ingredientes se echen en una olla exprés y tras 20 minutitos tengamos una comida suculenta. Es un plato de gourmet que requiere de un Chef que vigile y le eche un ojito de vez en cuando a la paellera, que meta la cuchara y aprecie el sabor que se va asentando, que aumente o disminuya el fuego según precise y que le guste acercarse a la mesa y preguntar a los señores clientes por el resultado.

-Señora, dígale al niño que deje de molestar con la pelota. ¿Se ha decidido ya por la paella que quieren?. 

2 comentarios:

Berni dijo...

Muchas gracias por la información.
Muy buen post :)

MiAnestesista dijo...

Berni:
Me alegra que te haya gustado. Gracias.
Es bueno que unifiquemos conceptos para entendernos bien. La epidural es una técnica segura, igual que la paella, que es una opción segura cuando invitas a unos amigos. Con una buena paella, te chupas los dedos. Hay platos que tienen arroz, y otras cosas y no saben a paella (más bien a almidón) y no le llamamos paella.
La mayoría de los anestesiólogos saben utilizar la epidural dándole muy buen sabor. Claro que siempre se te puede quemar un poquito el arroz, lo que pasa es que en la paella puede estar hasta bueno y con la epidural todo el mundo se entera y se suele comentar más las veces que sale mal que las que salen bien. Por eso yo recomiendo cambiar el catéter (el famoso Segundo Catéter), igual que en los restaurantes te cambian el plato cuando no está a gusto del consumidor.
Si alguna vez un anestesista te cambia un catéter no te pienses que es que le ha salido mal, sino que se está preocupando por tí.

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