Mira Juana, en esta pantalla, además de 14 números que te dan información de 14 cosas distintas, se ven los capirotes de 4 penitentes, que sobresalen por encima de una muralla.
Tú no lo oyes, pero de fondo, un tambor sordo y seco marca el ritmo y la cadencia que indica que la procesión sigue un curso normal. Aguza un poco el oído, puede ser que percibas un ruido como de cadenas arrastrando.
Cuando empecé la especialidad, el aparato más puntero que teníamos en el hospital era un Engström 300. Nada de números. Nada de gráficas. Nada de tendencias. La imaginación al poder. Se escuchaba el tambor, que era el pulso del paciente y se escuchaba el ruido de cadenas, que era el esfuerzo del aparato para introducir el aire al interior de los pulmones.
Eran años donde estudiabas la fisiología respiratoria y te la creías en un acto de fe. En quirófano lidiabas tú solo, ayudándote con tus pocas neuronas especializadas en recopilar, procesar, inferir, recordar, decidir, para diferenciar lo que podía ser una respiración de un pulmón con patología restrictiva, de uno con funcionamiento normal, de uno con patología obstructiva. Lo dicho, la imaginación al poder.
Hoy ves. Puedes ver. El aparato te desnuda ante tí lo que está ocurriendo. Gracias a Dios, necesito menos neuronas, que ya empiezan a escasear.
Y puedes hasta jugar. Puedes ver penitentes donde el aparato te da información del comportamiento de presiones en vía aérea. Estamos viendo una ventilación con presión positiva. El aparato manda un volumen al paciente y te informa de como lo recibe el pulmón del enfermo. Después de una subida rápida, vertical, corta, en dónde abre la compuerta de entrada y aporta todo el flujo de aire con una compuerta de salida cerrada, cierra la compuerta de entrada y deja que el volumen se distribuya por todo el pulmón. Después de un tiempo, en que se ha realizado el intercambio gaseoso, se abre la compuerta de salida y observamos una caída brusca que permite que salga todo el aire. Durante el intervalo siguiente la compuerta de salida y de entrada están cerradas e inmediatamente se abre la compuerta de salida, para comenzar un nuevo ciclo. Viene otro capirote. Y luego otro. Y otro. Y otro.
La muralla de abajo nos marca el flujo de aire. Vemos cómo hay una subida brusca, una parada, una bajada brusca y una vuelta al nivel inicial. Cada subida y bajada coincide con la apertura y cierre de las compuertas que hemos hablado antes.
¡Lo que hubiera dado yo por ver ésto de residente!
Hubiera visto capirotes muy espigados cuando la resistencia de la vía aérea aumenta, por ejemplo en un asmático en que se ve un espasmo bronquial. Cuando el paciente se cierra, las presiones aumentan y los picos se elevan.
Hubiera visto una espantá de penitentes, cuando hay una desconexión accidental durante la intervención.
Hubiera visto espontáneos que se meten en la fila cuando el paciente inicia respiraciones voluntarias y lucha contra el respirador si se pasa la relajación o si empiezas el proceso de despertar al paciente y tienes, entonces, la seguridad de que puedes pasar de ventilación controlada a espontánea o asistida.
Y, también distinguir entre una ventilación controlada, dirigida por el aparato, y una ventilación espontánea, realizada completamente por el paciente.
La ventilación del aparato es un proceso en que el aire se introduce en el paciente a presión. Es como si se pusiera un fuelle en su boca y se empujara. El aire entra a presión positiva. Por eso el inicio de la respiración viene marcado por un aumento de presión. Cuando es el paciente el que respira, el fuelle lo tenemos dentro, son los pulmones los que atraen el aire. Por eso la curva comienza con una bajada. Estamos trabajando con presión negativa. El paciente aspira el aire. El aparato mete el aire.
Aquí tienes una gráfica de ventilación espontánea.
Y, ¡qué bonito todo!. Los numeritos verdes son de la gráfica verde. Los numeritos amarillos de la gráfica amarilla. Tenemos un paciente que está haciendo respiraciones espontáneas de 823 mL cada una, lo que corresponde a un volumen minuto de 5,8 L/min. Y si te fijas en los valores de las presiones te darás cuenta lo impresionante que es el funcionamiento de los pulmones. Estamos trabajando con unas presiones de 1 a 3 cm de H20, cuando el aparato necesita de presiones de 3 a 19 para hacer el mismo trabajo. Si trabajáramos con ese esfuerzo, tendríamos que dejar de respirar a las 3 de la tarde, para descansar por tanto trabajo y poder seguir al día siguiente. ¿Qué te parece?
Tú no lo oyes, pero de fondo, un tambor sordo y seco marca el ritmo y la cadencia que indica que la procesión sigue un curso normal. Aguza un poco el oído, puede ser que percibas un ruido como de cadenas arrastrando.
Cuando empecé la especialidad, el aparato más puntero que teníamos en el hospital era un Engström 300. Nada de números. Nada de gráficas. Nada de tendencias. La imaginación al poder. Se escuchaba el tambor, que era el pulso del paciente y se escuchaba el ruido de cadenas, que era el esfuerzo del aparato para introducir el aire al interior de los pulmones.
Eran años donde estudiabas la fisiología respiratoria y te la creías en un acto de fe. En quirófano lidiabas tú solo, ayudándote con tus pocas neuronas especializadas en recopilar, procesar, inferir, recordar, decidir, para diferenciar lo que podía ser una respiración de un pulmón con patología restrictiva, de uno con funcionamiento normal, de uno con patología obstructiva. Lo dicho, la imaginación al poder.
Hoy ves. Puedes ver. El aparato te desnuda ante tí lo que está ocurriendo. Gracias a Dios, necesito menos neuronas, que ya empiezan a escasear.
Y puedes hasta jugar. Puedes ver penitentes donde el aparato te da información del comportamiento de presiones en vía aérea. Estamos viendo una ventilación con presión positiva. El aparato manda un volumen al paciente y te informa de como lo recibe el pulmón del enfermo. Después de una subida rápida, vertical, corta, en dónde abre la compuerta de entrada y aporta todo el flujo de aire con una compuerta de salida cerrada, cierra la compuerta de entrada y deja que el volumen se distribuya por todo el pulmón. Después de un tiempo, en que se ha realizado el intercambio gaseoso, se abre la compuerta de salida y observamos una caída brusca que permite que salga todo el aire. Durante el intervalo siguiente la compuerta de salida y de entrada están cerradas e inmediatamente se abre la compuerta de salida, para comenzar un nuevo ciclo. Viene otro capirote. Y luego otro. Y otro. Y otro.
La muralla de abajo nos marca el flujo de aire. Vemos cómo hay una subida brusca, una parada, una bajada brusca y una vuelta al nivel inicial. Cada subida y bajada coincide con la apertura y cierre de las compuertas que hemos hablado antes.
¡Lo que hubiera dado yo por ver ésto de residente!
Hubiera visto capirotes muy espigados cuando la resistencia de la vía aérea aumenta, por ejemplo en un asmático en que se ve un espasmo bronquial. Cuando el paciente se cierra, las presiones aumentan y los picos se elevan.
Hubiera visto una espantá de penitentes, cuando hay una desconexión accidental durante la intervención.
Hubiera visto espontáneos que se meten en la fila cuando el paciente inicia respiraciones voluntarias y lucha contra el respirador si se pasa la relajación o si empiezas el proceso de despertar al paciente y tienes, entonces, la seguridad de que puedes pasar de ventilación controlada a espontánea o asistida.
Y, también distinguir entre una ventilación controlada, dirigida por el aparato, y una ventilación espontánea, realizada completamente por el paciente.
La ventilación del aparato es un proceso en que el aire se introduce en el paciente a presión. Es como si se pusiera un fuelle en su boca y se empujara. El aire entra a presión positiva. Por eso el inicio de la respiración viene marcado por un aumento de presión. Cuando es el paciente el que respira, el fuelle lo tenemos dentro, son los pulmones los que atraen el aire. Por eso la curva comienza con una bajada. Estamos trabajando con presión negativa. El paciente aspira el aire. El aparato mete el aire.
Aquí tienes una gráfica de ventilación espontánea.
Y, ¡qué bonito todo!. Los numeritos verdes son de la gráfica verde. Los numeritos amarillos de la gráfica amarilla. Tenemos un paciente que está haciendo respiraciones espontáneas de 823 mL cada una, lo que corresponde a un volumen minuto de 5,8 L/min. Y si te fijas en los valores de las presiones te darás cuenta lo impresionante que es el funcionamiento de los pulmones. Estamos trabajando con unas presiones de 1 a 3 cm de H20, cuando el aparato necesita de presiones de 3 a 19 para hacer el mismo trabajo. Si trabajáramos con ese esfuerzo, tendríamos que dejar de respirar a las 3 de la tarde, para descansar por tanto trabajo y poder seguir al día siguiente. ¿Qué te parece?
¿Qué quieres, ahorrar oxígeno? Hacemos una ventilación a bajo flujo. Reducimos la cantidad de oxígeno que aportamos al circuito y el aparato retira el CO2 con el depósito de Cal Sodada que tiene tiene en medio de las tubuladuras. Y todo lo puedo hacer por que el monitor de al lado me está dando la tranquilidad de que me controla el carbónico espirado y así comprueba que no sube nada. ¡Todo funciona perfectamente!
¿Te gusta, verdad?, Pues si puedes influir en algo en la compra de aparatos, si tienes mano en que se renueve el aparataje del hospital, no dejes que la Semana Santa sea una Semana de Pasión, de Tormento. Ya ves que podemos disfrutar de la procesión, de los penitentes, de los tambores.
¿Nos tomamos unas tapitas y seguimos viendo Pasos?
¿Te gusta, verdad?, Pues si puedes influir en algo en la compra de aparatos, si tienes mano en que se renueve el aparataje del hospital, no dejes que la Semana Santa sea una Semana de Pasión, de Tormento. Ya ves que podemos disfrutar de la procesión, de los penitentes, de los tambores.
¿Nos tomamos unas tapitas y seguimos viendo Pasos?
7 comentarios:
Es la primera vez que entiendo, como dios manda, las gráficas que ese aparato... te explicas como un libro abierto.
¡Gracias!
Por dios ¡que bueno! si es que si hubieses estado allí ¡ahhhh!, tenias que haber visto al hombre que nos dio la primera clase, es un técnico y le encantan sus "máquinas", las quiere.
¡Gracias!¡Gracias!¡Gracias!
Las máquinas de ahora son muy precisas, se pueden manejar tiempos, caudales, presiones .... pero lo vital es que la persona que la maneje, comprenda perfectamente que es "respirar", porque la máquina ventila como le diga el clínico.
Otra cosa, las máquinas tienen que ser puestas en marcha en el sitio que se van a usar, no es lo mismo estar a 2000 metros sobre el nivel del mar que al nivel del mar.
Otra, todos sus sistemas (válvulas, seguridades ....) están pensadas para que donde pone oxígeno entre oxígeno y donde pone aire entre aire, meter otro tipo de gas hace que la máquina no sea segura.
Y una conclusión a la que yo llegue ayer, se necesitan menos neuronas de "intelecto", pero más sabiduría, muchas más, porque la capacidad de "manipular" el cuerpo es mucho mayor.
Excelente monitor que aporta cantidad de información para optimizar nuestro trabajo y convertir el proceso anestésico en un acto altamente cualificado y especializado. Eso sí hay que saber usarlo, interpretarlo y modificarlo aprovechando todas sus opciones.
Disfruta de tu trabajo, que se nota que lo haces, un saludo
Gran explicación. Anestesia al alcance de todos. Con capirotes y murallas se aprende mejor. Un saludo
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